7 de febrero de 2017

UN SOMBRERO FANTABULOSO.


Hay sombreros y sombreros. Sombreros elegantes y sombreros ridículos, con cinta y sin cinta, con pluma y sin pluma, para el sol o para la lluvia. Podemos decir entonces que los hay de todos tipos y formas: pamelas, gorras, trubantes, cascos, boinas. Y en su taller, el señor Crockett los fabrica a cientos.



El sombrerero protagonista de esta historia ha cosido los sombreros más elegantes y también los más extravagantes, pero lo que nunca había cosido era tan extraño como el que un día le encargará un hombre, en apariencia amable: un sombrero de Mago. Así que, sin perder un  minuto, el señor Crockett se pondrá a dar puntas sin parar y en un plisplás tendrá el sombrero listo.

El problema surge cuando el Mago intenta sacar un conejo de su sombrero nuevo y no lo consigue. Con gran enfado le recitará:

Un sombrero fabuloso,
un fantástico sombrero,
pero no es fantabuloso.
¡Quédeselo, no lo quiero!

Desconcertado, el sombrero intentará por todos los medios posibles averiguar cómo hacer que el sombrero se convierta en una auténtica chistera de Mago y no dudará, para ello, cruzar mares intespestuosos, atravesar desiertos, subir a la cima de una altaísima montaña, cruzar un oscuro bosque....



¿Conseguría el señor Crockett su propósito? ¿logrará transformar este simple sombrero en un sombrero fantabuloso? ¿cuál será la reacción del Mago al volver a buscar su sombrero? ¿Y cuáles son realmente las intenciones de este misterioso hombre? Todo esto, y mucho más, lo descubriréis entre las páginas de este increíble álbum editado por Ediciones La Fragatina. Una texto cargado de fantasía y magia, deliciosamente escrito por Pedro Mañas, que se deja envolver por las fantabulosas ilustraciones de Roger Olmos, uno de los ilustradores mejor valorados del panorama nacional e internacional actualmente.


Os recomendamos esta historia llena de aventuras y fantasía, con unos personajes maravillosos y unas ilustraciones más que fantabulosas, cargadas de bellísimos detalles que sin duda os dejarán boquiabiertos. El tamaño de la edición y alta calidad de sus páginas, sin duda contribuyen a ello.

JOSÉ CARLOS.