8 de enero de 2017

UNO PARA DOS.


Empezamos un nuevo año cargados de ilusión y deseando poder recomendaros a lo largo de 2017 muchísimas nuevas y bonitas lecturas infantiles, que hagan disfrutar a pequeños y mayores, como hemos venido haciendo hasta ahora. Y nuestra primera reseña de este año es para un álbum que nos conquistó ya hace unos meses, nada más ver su portada: "Uno para dos", de la joven editorial Cosquillas.

En el País de Plastilina vivían dos juguetonas duendes, Wendaval y Chirimiri, encargadas de comprobar la resistencia que los juguetes fabricados por los demás duendes tenían al agua y a las corrientes de aire. Las dos amigas, que pasaban mucho tiempo juntas riendo y jugando, fueron sorprendidas un día por el señor Pocoloco con un precioso regalo: un molinillo de colores, que hizo las delicias de los dos amigas. Aquel día Wendaval y Chirimiri se lo pasaron a lo grande jugando con el molinillo, navegando por ríos y mares, patinando sobre el hielo de los picos más altos, invocando a todos los vientos y a la lluvia de todas las nubes, convirtiendo el País de Plastilina en una auténtica fiesta.


Pero al caer la noche y tener que regresar a casa surgió un gran problema porque las dos amigas querían llevarse el molinillo y solo había uno para dos. Wendaval tiró del palo y sopló, Chrimiri tiró de las hélices y llovió y como ninguna cedió, al final el molinillo se rompió... ¡crack! 

¿Cómo solucionarán ahora las dos duendes este problema? ¿Conseguirán arreglar el molinillo? ¿Volverán algún día a ser amigas y jugar juntas? ¿Qué pensará el señor Pocoloco de lo que ha ocurrido? Las respuestas a éstas y otras preguntas las descubriréis cuando os sumerjáis en la lectura de este precioso álbum. 


Como siempre, las historias escritas por Susanna Isern están cargadas de altas dosis de dulzura y además nos acercan a realidades cotidianas relacionadas con los niños y niñas, como en este caso es el problema que tienen algunos por compartir sus juguetes. Sin duda alguna, es algo a lo que maestros y padres nos enfrentamos a diario y con libros como este podremos abordar el problema de una forma muy cercana con los más pequeños, para hacerles entender las consecuencias que puede tener no ser solidario con los demás.

Y qué decir de las fabulosas ilustraciones de Carmen Queralt. Sus dibujos a base de collages con papel y cartón ya hace tiempo que nos conquistaron, por su peculiar forma de trasmitir de forma tan sencilla,  y con tanta poesía, las emociones de los personajes de las historias que ilustra.


Amigos, os recomendamos este álbum ilustrado que demuestra de forma certera cómo a veces podemos llegar a perder el tiempo por conseguir algo, porque una vez que lo hemos conseguido nos damos cuenta que tenerlo para nosotros solos no es nada divertido. Una bonita historia, pues, sobre la amistad, la generosidad y el valor de compartir, no solo objetos, sino tiempo, momentos y vivencias para cultivar y alimentar una auténtica amistad con los que más quieres.

JOSÉ CARLOS.