29 de julio de 2016

ALMA Y LA ISLA



Vivimos tiempos convulsos…. El drama de la inmigración está cada día más presente entre nosotros. Este drama nos afecta a todos y hemos de ser conscientes de ello como pertenecientes a esta gran aldea global en la que estamos inmersos y de la que todos somos responsables. 



Es el momento  de demostrar nuestro lado solidario y de unir fuerzas para acoger a aquellos que huyen de la pobreza, y en muchos casos del terror. Al principio podrá resultar difícil pero con un poquito de tiempo y esperanza todo se consigue. La falta de prejuicios de los niños y niñas, de los que sin duda tendríamos que aprender,  nos pueden enseñar muchas cosas para conseguirlo.  Si niños como  Alma y Otto lo consiguieron, porqué nosotros no.


Alma ha llegado del mar. Otto no entiende su idoma y desde que está en casa y  le ha tenido que dejar su habitación se siente desplazado. La atención de sus padres, su abuela y sus hermanos ahora se dirigen a Alma. Y a Otto el pequeño de la casa esto no le hace mucha gracia.
A pesar de todo, la comunicación entre ambos irá más allá de las palabras y la amistad trascenderá la distancia que apareció en un primer momento.
Gracias a la presencia de un amuleto, Otto entenderá mejor el origen de Alma Sebhat, el verdadero nombre de la niña que vino del mar.


Un libro cargado de lirismo y  de poesía, pero no ajeno al dolor de todos aquellos que, poniendo en riesgo sus vidas, emprenden un largo viaje en busca de un mundo mejor, alejado de desencuentros, pobreza, guerras y conflictos, buscando en ese primer mundo  el ansiado  paraíso. Alma sin duda representa a todos esos niños, en ella se condensa la tragedia de todos aquellos niños y niñas que acompañan a los adultos en su huida hacia la esperanza.


Una maravillosa metáfora para hacer conscientes a los niños de la realidad en la que vivimos y enseñarles a no mirar hacia otro lado….

"Alma y la isla" escrito por Mónica Rodriguez e ilustrado por Ester García ha conseguido el XII Premio Anaya de literatura infantil y juvenil.