3 de febrero de 2015

EL REY QUE BORDABA ESTRELLAS.


En los tiempos que corren, una inyección de optimismo es más que bien recibida, sin duda. No hay más que sentarse a ver las noticias para observar las atrocidades que somos capaces de cometer a veces los seres humanos. Acontecimientos sobrecogedores que tienen detrás el sello de gobernantes dictatoriales que somenten a sus pueblos, maltratándolos e imponiendo sus leyes, a costa siempre del dolor de sus habitantes. A veces me da incluso vértigo pensar en el futuro que les espera a nuestros hijos y sobrinos... ¿en qué nos estamos convirtiendo? ¿por qué tanta y tanta locura? ¿hasta dónde será capaz de llegar el ser humano en su afán de poder?

Transmitir a nuestros niños y niñas que hay esperanza, que no todo el mundo comparte los mismos ideales, a veces absurdos e incomprensibles, es más que necesario ahora que nunca, porque ellos son nuestro futuro y en sus manos está cambiar este mundo, en el que algunos se empeñan en avivar el dolor ajeno por el mero hecho de hacer la guerra para defender sus ideales o codiciar riquezas.


Lo curioso, además, es que  cuando un gobernante adora y trata bien a su pueblo, recibe las más feroces críticas de los demás gobernantes, como le ocurre al "Rey que bordaba estrellas", que se pasa el día bordando cielos estrellados porque su deseo es hacer felices a los que viven en su páis. Este es un rey sin corona, cetro, ni trono. Su principal tesoro es una aguja de plata, un dedal de coral y una vieja máquina para bordar, con la que borda hemosos campos, flores, pájaros y cielos para soñar.



Su reino está rodeado por otros reinos, grandes y poderosos, gobernados por reyes que adoran el poder, la guerra, las riquezas. Reyes vanidosos que no comprenden al rey bordador de cielos y estrellas y que se preguntan el por qué sus ojos brillan de forma tan especial... ¿guardará un arma secreta? ¿poseerá un tesoro descomunal? Tantas eran las preguntas que se hacían que un día no pudieron más y decidieron invadir su reino... ¿lo conseguirán con éxito?



Amigos, os invitamos a difundir este mensaje para la esperanza: que otro mundo mejor es posible, si ponemos empeño para ello. Adentraos en esta hermosa historia escrita por Ernesto Rodríguez Abad, ilustrada por Victor Jaubert y editada por Diego Pun ediciones, y aprenderéis que a veces la guerra no la gana el más fuerte o poderoso y, además, descubriréis dónde se esconde el unico secreto para poseerlo todo... un secreto que sin duda os sorprenderá.

Os dejamos con las palabras de Ernesto R. Abad, que nos habla de esta tierna historia que un día imaginó y hoy llega a nuestras manos....



JOSÉ CARLOS.