23 de septiembre de 2014

LOS TRES CERDITOS.


Hoy os vamos a hablar de lo que ya podríamos considerar casi un clásico dentro de los álbumes ilustrados: el cuento de los "Los tres cerditos" versionado de una forma más que ingeniosa y original por el genial diseñador gráfico de libros infantiles David Wiesner, al que tuvimos la oportunidad de conocer en persona en la pasada edición de Ilustratour 2013.


Ya desde la misma portada parece que los personajes del libro nos quieren decir algo; esos cerditos mirándonos tan fijamente ¿qué será eso que nos quieren contar? ¿por qué están tan sonrientes si sabemos que en el cuento no lo van a pasar nada bien por culpa del lobo?...

Cuando abrimos el libro para descubrirlo, en principio, todo parece normal. El cuento comienza como ya bien sabemos:

"Había una vez tres cerditos que se fueron
por el mundo a buscar fortuna.
El primer cerdito decidió hacerse una casa,
y se la construyó de paja"...


Y así va trasncurriendo el clásico cuento, con las idas y venidas del hambriento lobo a las casas de los cerditos, hasta que de repente algo sorprenderá al lector... por increíble que parezca, ¡los cerditos lograrán salirse del mismísimo cuento para no ser comidos!



De esa forma, los cerditos empezarán un viaje por diferentes escenarios literarios montados en una página del propio libro de donde han salido y que han convertido en un avión de papel. Tan interesante es su viaje que en un momento clave del libro los protagonistas invitarán al lector a que les ayude a seguir explorando nuevas historias, visitando cuentos de lo más varipintos y donde se encontrarán con grandes amigos que les acompañarán a partir de ahora en sus aventuras. 

Y disfrutando a raudales en cada página llegaremos a un final increíble que seguro no os va a dejar indiferentes y que, como ya os habréis imaginado, nada tiene que ver con el final del cuento clásico que todos conocemos.



David Wiesner realiza un trabajo, a nuestro parecer, impresionante. A través de la historia y aprovechando las distintas escenas por donde van pasando los protagonistas, Wiesner realiza distintos tipos de ilustración según los escenarios donde se desarrolla la historia y, por tanto, también distintas técnicas como la tinta, los lápices o las acuarelas, consiguiendo que las ilustraciones a veces tengan más importancia, incluso, que el texto. 

Por su gran trabajo este álbum ha conseguido, entre otros, el prestigioso premio medalla Caldecott, en el 2002.

Editado por Juventud.

JOSÉ CARLOS.