22 de marzo de 2010

UN POEMA PARA CURAR A LOS PECES.

–¡Mamá, mi pez se muere! ¡Corre!, se muere de aburrimiento, mi querido León.
La Mamá miró a Adrián, cerró los ojos, volvió a abrirlos... Sonrió:
–¡Tienes que darle un poema inmediatamente! Y se marchó a su clase de trombón.
–¿¡Un-po-e-ma!? Pero ¿qué es un poema? Adrián fue a mirar en el armario de la cocina:
–¿Hay aquí algún poema?
–Aquí no hay poeeeeeemaaaas, respondieron susurrando los fideos.Adrián rebuscó en el armario de las escobas.
–Aquí do hay dingún boema, dijo la fregona, que siempre está resfriada.

Seguro que os ha pasado en alguna ocasión... o en muchas... si os gusta ojear cuentos en cualquier librería. Me refiero a ese momento en el que mientras coges un libro, y otros... luego el de más allá... hasta que, de repente, sin saber por qué un título llama tu atención. Entonces lo sacas y al cogerlo y ver la portada ya sabes que ese libro es especial y que al abrirlo sin duda te cautivará.

Es lo que me ocurrió con "Un poema para curar a los peces", de Jean-Pierre Simeon (editorial Kókinos). Y es que este cautivador libro cuenta la historia de Adrián un niño preocupado porque parece que León, su pez favorito, se está muriendo. Corre a preguntar a su madre cómo puede salvar a su mascota. Mamá le dice que tiene que darle inmediatamente un poema. Pero Adrián no sabe qué es un poema. Por eso pregunta a sus conocidos y estos le dan las respuestas más hermosas y a la vez absurdas que el niño ha escuchado jamás. Desesperado, se acerca a la pecera y junta todas las respuestas que ha recogido sin saber que está declamando un poema...

Las ilustraciones imaginativas de Olivier Tallec logran capturar la fantasía y esto, unido a la esencia poética del texto y, por qué no, al humor, ofrecen una invitación a reflexionar encantadoramente sobre la poesía.

Si queréis ver más ilustraciones De Olivier Tallec podéis vistar su web: http://www.oliviertallec.fr/

JOSÉ CARLOS.